Estimados profesores, alumnos y 7 padres de familia, en esta ocasión les compartimos este importantísimo artículo sobre evaluación, por ello les exhortamos a leer atentamente estas opiniones y comentarios de grandes pedagogos.
Si bien la teleeducación no fue muy utilizada en el país, esta modalidad ha permitido que los estudiantes no falten a clases y continúen aprendiendo, especialmente cuando el Ministerio de Educación (Minedu) concluyó en octubre que ningún alumno (salvo quinto bachillerato) repetiría. el año.
“Ningún estudiante perderá el año escolar 2020”, Había dicho en abril el entonces ministro de Educación, Martín Benavides.
El objetivo era que ningún estudiante abandonara la escuela durante la pandemia. Lamentablemente, varios niños y niñas interrumpieron sus estudios de preescolar y primaria, y muchos profesores quedaron atónitos por el impacto de la COVID-19. La virtualidad representó un desafío a nivel estatal, pero también a nivel profesional individual para los docentes. Surgieron nuevas dinámicas de trabajo y el vínculo con el alumno nunca fue tan importante.
Según la coordinadora del Currículo Nacional de Educación Básica Regular (EBR), Pilar Butrón, este año fue “sumamente difícil” para los escolares, grupo integrado por más de 7,8 millones de menores en el país, según cifras del Ministerio de Educación. Educación (Minedu).
“Actualmente tenemos muchas personas que abandonan el sistema educativo peruano, porque hacen que se repitan muchas veces. La repetición no es un indicador de que los estudiantes mejoren, al contrario, los segrega y los saca del sistema ”, dice Butrón.
Por tanto, en el Currículum Nacional aprobado desde 2016 hay dos enfoques clave para que los estudiantes no interrumpan sus estudios (o abandonen): las competencias y la evaluación formativa, estos enfoques clave son:
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El primer enfoque de competencia
competencias que evalúa, por ejemplo, “asume una vida sana”, “gestiona proyectos de emprendimiento económico y social” o “investiga utilizando métodos científicos para construir sus conocimientos”, según el Currículo Nacional.
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El segundo enfoque, la evaluación formativa
tiene una lógica más centrada en el resultado: saber cuál es la nota para aprobar el año o no. Aunque la calificación es muy importante, en los últimos años ya no es el centro. Lo importante aquí es que el alumno sepa si está progresando o estancado. En lugar de conocer un solo número, debería reconocer lo que pueden y lo que no pueden hacer. El objetivo es superar lo ‘aprobado’ o ‘desaprobado’ para que el alumno peruano avance en el desarrollo de sus competencias, por lo tanto, cierre sus etapas en la vida, en este caso, de la educación básica ”.
¿CÓMO EVALUAR SI ALGUNOS POCOS SE PREOCUPARON PARA OBTENER 20?
Durante la pandemia, las emociones del niño fueron, más que nunca, el centro de atención de esta escuela. Muchas veces, eran pequeños demasiado extrovertidos para permanecer concentrados detrás de la pantalla o habían experimentado la pérdida de un ser querido debido a la COVID-19 u otra enfermedad.
“A partir de ahora, las evaluaciones en curso deben tenerse en cuenta y hacerse permanentes. Entonces podemos ver cómo se está desarrollando el niño y cómo podemos ayudarlo. No usando solo una forma, como el examen escrito, que estresa al estudiante, sino diferentes tipos de evaluación, como las autoevaluaciones auténticas (o prácticas diversificadas), que le dan al estudiante la oportunidad de expresar lo que ha aprendido a través de la habilidad. que ha aprendido. ella sabe ”, explica Sara Infante.
CINCO DINÁMICAS DE APRENDIZAJE
- En primer lugar, los profesores deben recordar que los exámenes orales y escritos no son la única alternativa de evaluación. Otra opción es la técnica RAF (rol, público y formato), donde el alumno logra resolver una tarea bajo una variedad de opciones y así desarrolla su capacidad de elección.
- La segunda recomendación es que, antes de elaborar la propuesta del alumno, el profesor compruebe cuáles son los intereses y gustos de los alumnos para poder realizar actividades a su gusto y que se sientan motivados para hacerlo sin ningún tipo de presión.
- La tercera es que las dinámicas de grupo, una práctica vista como tradicional, no se despojan por completo y las tienen en cuenta para desarrollar la creatividad, el aprendizaje cooperativo, el liderazgo, la autonomía, reducir el estrés y mejorar el desempeño. “Si el alumno no quiere trabajar en grupo, trate de llegar a un acuerdo con él, pero sin forzarlo”, dijo Sara Infante.
- El cuarto es el uso de herramientas tecnológicas, ampliamente implementadas en estos tiempos, como las plataformas interactivas Tomi Digital, Socrative y Kahoot, o recursos lúdicos como Wordwall y Thinglink.
- Finalmente, el quinto es la autoevaluación y la coevaluación, como muchos vivieron en la escuela, el momento de la verdad. Siempre es una dinámica valorada y enfocada en la que los estudiantes pueden evaluarse entre sí e intercambiar recomendaciones para hacerlo mejor en otro momento.
Fuente : elcomercio.pe
Crédito: Butrón.
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