La Secretaría Nacional de la Juventud (SENAJU), órgano asesor del Ministerio de Educación del Perú (Minedu), iniciará un proceso de reforma para redefinir su labor como órgano rector en materia de juventud a nivel nacional.
De esta forma, el Estado vuelve a poner en agenda las demandas y necesidades de los jóvenes entre 15 y 29 años, población que representa el 24,1% (7’869,975 personas) del total del país y que requiere una atención especial focalizada en su desarrollo integral y participación plena.
Según la Encuesta Nacional de Hogares de 2019, el 16,8% de los jóvenes ni estudia ni trabaja, mientras que el 82% que trabaja lo hace en situación de informalidad. La pandemia de Covid-19 está exacerbando esos números. Por otro lado, en un escenario marcado por los efectos de la crisis sanitaria y las movilizaciones sociales, los jóvenes han mostrado un creciente interés por los asuntos públicos y una serie de demandas que deben ser atendidas urgentemente por el Estado.
El ministro de Educación, Ricardo Cuenca, explica que la reforma busca dotar al Estado de una institución capaz de articular el trabajo intersectorial sobre la juventud y promover el desarrollo integral de los jóvenes, que se traducirá en mejoras en la calidad del empleo, acceso a la calidad. educación y salud integral, así como la reducción de la discriminación y violencia en la población joven.
“Además, la reforma permitirá promover espacios de participación efectiva de los jóvenes, para que sus propuestas e iniciativas sean escuchadas en espacios de toma de decisiones a nivel nacional y regional, fortaleciendo así nuestra democracia”, apunta.
Por su parte, la secretaria del SENAJU, Noelia Chávez, señala que los diagnósticos sobre juventud y SENAJU, encargados por la OCDE en 2016-2017, muestran el progresivo debilitamiento de la entidad en los últimos años. Esto se evidencia en una capacidad de trabajo intersectorial muy limitada, espacios de participación juvenil con poca autonomía e incidencia en los asuntos públicos, y una escasa capacidad de investigación y producción académica.
“Actualmente, el SENAJU no puede cumplir con su principal objetivo, que es promover el desarrollo integral de los jóvenes en materia de educación, trabajo, salud, prevención de la violencia, reducción de la discriminación y cierre de brechas en la participación. Hacer espacios, y la reforma institucional es fundamental para que esto cambie ”, indica.
Para ello, el Minedu conformará un grupo de trabajo sectorial que se encargará de redefinir el propósito y las prioridades del SENAJU, analizar si es pertinente reubicarlo dentro del aparato público, generar una reestructuración interna y revisar si los instrumentos legales con los que se rige son los adecuados para cumplir con sus funciones. Asimismo, convocará a expertos del sector público, la academia y la cooperación internacional que recogerán las recomendaciones de los jóvenes. Se espera que la propuesta esté lista en junio de este año.
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