PRIMOS UNIVERSITARIOS RECIBEN CLASES VIRTUALES A MÁS DE 3700 MSNM EN EL TAMBO DE CCARHUACCOCCO PARA LLEVAR DE PROGRESO A SU PUEBLO AYACUCHANO: Jesús estudia Lengua y Literatura y Giovani estudia Agronomía. En 2020, los Tambos del programa PAIS han prestado más de 1,6 millones de servicios con servicios del Estado.
El Tambo Vista Alegre de la localidad de Ccarhuaccocco se ha convertido en el salón de clases de dos universitarios que siguen su carrera de manera virtual a 3.709 metros sobre el nivel del mar, en el distrito de Paras, en la provincia ayacuchana de Cangallo. Los primos Jesús Huamaní Llantoy y Giovani Llantoy Jayo utilizan las instalaciones y la señal de internet de la plataforma fija del Programa Nacional PAIS, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), para continuar sus estudios superiores con el objetivo de contribuir para revalorizar y mejorar la calidad de vida de su pueblo.
Desde principios de agosto, todos los días, a las 6 de la tarde, de lunes a viernes, Jesús toma su bicicleta para pedalear unas cuadras pedregosas, desde su casa hasta el Tambo, donde se conecta a sus clases virtuales del ciclo sí©timo. de la carrera de Lengua y Literatura, de la Universidad Nacional San Luis Gonzaga, Ica. Es el octavo y último hijo de una familia enteramente dedicada a la agricultura, y sus padres le cuentan que por su vocación de letras es el “topo de la casa“.
“Por la cuarentena ya no pude volver a Ica a estudiar y, además, se suspendieron las clases presenciales. En mi pueblo, Ccarhuaccocco, es muy difícil captar señal de internet. Por eso , estoy muy agradecida con el programa PAIS y con el Midis por brindarme las facilidades para conectarme a mis clases en el Tambo, sin este apoyo hubiera dejado de estudiar indefinidamente”, dice Jesús, de 25 años y admirador de los versos de Gustavo Adolfo Bécquer, César Vallejo y Pablo Neruda.
“Cuando no estoy estudiando, ayudo a mi padre en el campo, pero lo que más me apasiona es escribir. Estoy recopilando las tradiciones orales de Ccarhuaccocco para traducirlas en textos. La rica cultura de esta parte de Ayacucho no debe ser perdido con el tiempo”, dice el estudiante cuyo corazón aún no tiene dueño a pesar de que escribió su primer poema cuando tenía 15 años, inspirado en una joven de su pueblo a quien nunca se lo leyó.
Su primo Giovani de 19 años estudia Agronomía en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga y desde pequeño le fascinaba el verde de la finca y el vigor del ganado vacuno y ovino que su familia hacía crecer cada temporada con mucho de sacrificio y trabajo. La emergencia sanitaria frenó repentinamente sus planes de volver a sentarse en una carpeta en la capital ayacuchana y lo confinó en su tierra natal. Pero él, como Jesús, no abandonó sus estudios y encontró respuesta a su pedido de apoyo en el Tambo.
“Vengo al Tambo de lunes a viernes, desde las siete de la mañana hasta el mediodía, para asistir a mis clases en línea. Son muy amables y me brindan mucha ayuda. Los Tambos son muy útiles para las poblaciones que viven en zonas remotas. . Sin su conexión no podría continuar mis estudios”, dice Giovani, un estudiante de tercer ciclo cuyo mayor deseo es utilizar todos sus conocimientos en el futuro para hacer las cosechas de maíz, papas y otros productos que están orgullosos de la tecnología e industrialización de su tierra.
Ambos primos, quienes estudiaron en el mismo jardín de infantes, primaria y secundaria, el único en Ccarhuaccocco, coinciden en que el apoyo que reciben en El Tambo está literalmente “transformando” sus vidas. En Vista Alegre de Ccarhuaccocco, uno de los 50 Tambos de la región de Ayacucho, se atiende a 1.500 personas de 21 centros poblados. Desde enero pasado a la fecha se han realizado 3508 atenciones en dicho local; mientras que de 2012 a 2020 sus atenciones sumaron más de 35.000.
A través del país
“Los Tambos son un ejemplo de cómo el Estado se acerca a las poblaciones de las zonas más apartadas. Gracias a un trabajo articulado a nivel intersectorial e intergubernamental, estas plataformas fijas sirven de escenario para la entrega de diversos servicios a las personas de las zonas rurales. Los Tambos, los escolares tienen acceso a la estrategia ‘Aprendo en casa’, los universitarios asisten a clases virtuales, se dan conexiones de telemedicina, se realizan campañas de vacunación, se desarrollan diferentes cursos de capacitación y aún ahora, en ellos, se encuentra el Bono Familiar Universal. paga a través de las llamadas “carritos de pago”, destaca la dueña del Midis, Silvana Vargas Winstanley.
En lo que va de 2020, año marcado por la pandemia, se han prestado 1.682.821 servicios en 466 Tambos del programa PAIS a nivel nacional. El cuidado de la salud tomó el centro del escenario. Los Tambos benefician a 1.157.584 personas de 13.985 centros poblados en zonas rurales y dispersas con diversos servicios del Estado, principalmente comunidades nativas de la Amazonía y zona andina. Desde 2012 se han registrado en ellas más de 10 millones de visitas.
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