EDUCACION BASICA. Uno de los pocos servicios que no ha vuelto a estar presente -ni siquiera con capacidad reducida- es el educativo. Las razones son varias. Primero, tanto el sector público como el privado pudieron adaptarse, pero con inconvenientes, a la educación virtual. En segundo lugar, la mayoría de las instituciones educativas no cuentan con la infraestructura suficiente para poder enfrentar los protocolos de salud requeridos para atender a las personas en esta pandemia y, finalmente, el temor de los padres ante el contagio de sus hijos es mayor que cualquier decisión que se pueda plantear.
Sin embargo, como afirmó el ministro de Educación, Ricardo Cuenca, la presencia es lo que sostiene el acto educativo y ningún esfuerzo de educación virtual puede reemplazarlo. Por ello, el Ministerio elaboró un protocolo para el regreso al aula, cuando las condiciones epidemiológicas lo permitan, bajo cuatro supuestos: seguro, gradual, flexible y voluntario, pero sobre todo será una decisión multisectorial que contará también con la opinión de los padres. . .
Lo importante de las declaraciones del ministro es que lo primero que se podría considerar en este plan para volver a las clases presenciales serán las zonas rurales, donde, reconoció, el desarrollo de las clases remotas ha sido más complicado y la prioridad será dado a la educación inicial y quinto año de secundaria.
Como ha sucedido en el tema de salud, la pandemia ha dejado al descubierto las deficiencias que existen a nivel educativo, en el sector privado, pero especialmente en el sector público y que abarcan tanto el tema de infraestructura como de personal. Cubrir estas deficiencias será un desafío que tendrá que afrontar el próximo gobierno y del que, lamentablemente, apenas escuchamos hablar a los candidatos.
El ministro Cuenca ha reconocido que el sistema educativo carece de flexibilidad, y eso también pasa por el personal que tiene. La meritocracia de la carrera docente debe ser uno de los principales aspectos en los que se centra el nuevo Gobierno. Esta crisis que ha tenido que afrontar el sector ha servido para mostrar qué docentes están a la altura del reto y cuáles no.
La reciente regulación que establece las condiciones que deben cumplir las escuelas privadas merece un mayor debate, ya que plantea requisitos que el sector público no cumple. De nada servirá crear una entidad similar a Sunedu para la educación básica, si no se requiere el mismo nivel de cumplimiento para las escuelas públicas. El Estado debería ser igual o quizás más exigente con los servicios que presta. ¿Están los candidatos presidenciales al tanto de la última regulación?